Los consumidores podrán realizar sus compras por teléfono y recoger el pedido en tienda. Establece el servicio de pedidos a domicilio en cerca de 200 tiendas gracias a un acuerdo con Glovo.
Clarel quiere seguir cuidando de sus consumidores contribuyendo a que se queden en casa. Para ello, pone a su disposición un servicio gratuito de compra telefónica en España (península y Baleares). El cliente puede llamar a su tienda habitual, ordenar su pedido, y los empleados se encargan de prepararlo para su recogida en tienda durante ese mismo día.
“Estamos adaptándonos, buscando todas las opciones que están en nuestras manos para dar servicio a las necesidades de nuestros clientes reduciendo al máximo su contacto con la tienda física. En Clarel seguimos ofreciendo, tanto desde nuestras tiendas físicas como ahora a través del nuevo servicio telefónico y el acuerdo de colaboración con Glovo, una gama amplia de productos de belleza, higiene, cuidado personal y del hogar. Ahora más que nunca es necesario estar cerca del cliente”, explica Paul Berg, Consejero Delegado de Clarel.
El precio de los artículos solicitados telefónicamente es el mismo que en tienda, manteniendo las ofertas y promociones. Los consumidores que estén interesados en el servicio pueden informarse en el teléfono 91.398.54.00, en la extensión 33828, de 9:00 a 18:00 horas, y consultar el surtido de la tienda en clarel.es
Acuerdo entre Clarel y Glovo
Además, Clarel ha llegado a un acuerdo de colaboración con Glovo para repartir pedidos a domicilio desde una red de 207 tiendas repartidas en toda la geografía española. Así, Clarel y Glovo han unido sus fuerzas para llevar a los hogares una amplia gama de productos de alimentación básica, alimentación infantil, productos para mascotas, artículos de higiene, cuidado personal, parafarmacia y droguería, de forma rápida.
Con esta alianza, Clarel llegará a los hogares de 21 poblaciones, que representan más de 10 millones de personas. Los consumidores pueden acceder al servicio a través de la propia App de Glovo. Ambas compañías utilizan guantes y mascarillas para la preparación y el envío de los pedidos.
Para evitar el contacto físico, el repartidor deja la compra en la puerta del consumidor a una distancia de seguridad de dos metros y se encarga de firmar el pedido en su nombre.